"Soy fruto del amor. Por ello, nada sino el amor, conseguirá liberarne o expresar mi belleza. Magdeburgo.

La mayoría de las veces uno reflexiona sobre el porqué viene a este mundo, ¿por qué nacemos? ¿Por qué morimos? Y demás cuestionamientos existenciales. Por otro lado, estamos viviendo tiempos de hedonismo sexual por demás exagerados, según mi muy particular punto de vista.

El milagro de la vida: la capacidad de dos seres humanos de dar vida a otro ser. Perdemos de vista también el compromiso que debemos tener con nosotros y nuestros padres de rendirle tributo a la vida tratando de superarnos en todos los aspectos.

Yo soy producto de un acto de amor. Nací y estoy viviendo con un fuerte compromiso con ellos y con la vida misma. La biología y el destino optaron porque naciera un 21 de Diciempre de 1978, aún cuando yo me visualizo renaciendo cada amanecer: naciendo evolutivamente.

Nací unos días antes de que se celebre la navidad, fecha y acontecimiento que para mí resulta por demás sugerente; además de celebrarse el nacimiento de unos de los grandes iniciados de nuestra era como lo es Cristo, se celebra el amor y se cultiva la esperanza y la ilusión.

El nombre que me acuñaron mis padres es Abner: Padre es Luz. Lo cual me resulta sugerente, si bien es cierto es el propio individuo quien aporta un significado particular y personal a las cosas, incluso motivacional, en mi conciencia y a raíz de ese nombre se me ha desarrollado un fuerte compromiso por encontrar la luz del padre y poder iluminar a otros.

La estrella de Belen y la Luna; son mi razón de vivir: Luz Belen (una antigua amiga) y Luna (mi madre Martha a quien, a si le apodan). Gracias por permitirme vivir. A las dos un pequeño reconocimiento.